Reconocer los indicadores de estrés en los niños pequeños

Patricia estaba preocupada porque su hija Mary, de cuatro años, había comenzado a mojar la cama de repente. También volvió a hablar como un bebé para expresar sus necesidades todo esto, después de una semana de cuarentena obligatoria requerida por la ciudad. Patricia estaba perpleja, por qué el comportamiento de su hija estaba cambiando a pesar de que ahora estaba en casa con ella a tiempo completo. Patricia se preguntó si los cambios que estaban ocurriendo estaban afectando a Mary.

Durante los momentos difíciles, cuando hay mucho cambio e incertidumbre, los niños sienten estrés. Si los cambios en su comportamiento continúan o afectan a su vida diaria, posiblemente sea hora de buscar apoyo externo.

A continuación tenéis algunas reacciones al estrés, junto con maneras en la que los padres pueden responder a la situación:

  • Si los niños actúan muy apegados, o se asustan al estar solos, use palabras suaves para asegurarles que los va a mantener seguros y que usted no va a desaparecer.
    • Los niños pequeños se sienten consolados y seguros cuando saben qué cosas van a pasar cada día. Trate de crear por lo menos una rutina diaria que suceda, pase lo que pase, como por ejemplo leer un cuento a la hora de dormir o tener una merienda por la tarde.
  • Si los niños tienen problemas para dormir, deles un objeto que les consuele como un peluche o una mantita para ayudarlos a tranquilizarse.
    • Dígale al niño: “Mantita te acompañará toda la noche y te veré por la mañana cuando te despiertes”.
  • Si los niños hablan menos o si se alejan de situaciones sociales, es posible que se estén guardando sentimientos fuertes.
    • Pregúnteles cómo se sienten e invítelos a hacerle preguntas. Deles palabras para describir sus sentimientos, tales como el enojo, la tristeza, el susto o la preocupación.
  • Frecuentemente, un colapso emocional puede ser la manera en la que los niños reaccionan al sentir que no tienen el control de una situación.
    • Traten de hacer actividades que les hagan sentir más tranquilos y que les den un grado de control, por ejemplo: moldear plastilina, armar un rompecabezas o jugar con bloques.
  • Si mojan la cama, se chupan el dedo o hablan como un bebé con frecuencia, deles amor y cariño, y entienda que estos comportamientos son normales durante momentos estresantes, y puede tomar un tiempo para que se sientan mejor.

La clave no es avergonzar a tu hijo por estos comportamientos, sino reconocer que está haciendo todo lo posible para controlar cómo se siente. Nuestro trabajo como padres es ayudarlos a aprender a manejar lo que está sucediendo de manera saludable. Si bien no podemos cambiar la situación, podemos asegurarnos de que nuestros hijos sepan que los amamos y que nos quedaremos con ellos a través de eventos perturbadores o confusos.

–Adaptado de Sesame Street in Communities

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Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

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