¡Acabemos con los deberes escolares para padres!

Juana recoge a sus gemelos del colegio, les da de merendar y los pone a hacer los deberes en su habitación. No ha acabado de cerrar la puerta del cuarto y los niños ya le están pidiendo ayuda. Durante las siguiente dos horas, Juana se reparte entre los dos niños ayudándoles a resolver dudas y tratando de que no se distraigan de la tarea. Mientras va de un niño al otro, Juana se pregunta: Realmente, ¿quién debe responsabilizarse de que los deberes estén hechos al día siguiente en el colegio, los niños o yo?”

Esa es la pregunta del millón para muchos padres, que no tienen claro dónde está el límite entre echar una mano a sus hijos a completar las tareas extraescolares y estar encima de ellos guiándoles en cada paso para que hagan los deberes.

Prácticamente todos los niños traen deberes a casa, con el objetivo de reforzar el aprendizaje de las materias académicas y de crear un vínculo entre la escuela y el hogar. Está demostrado que los deberes bien planteados y dirigidos a temas específicos ayudan a los niños a aprender mejor. Sin embargo, los deberes mal diseñados o sin relación directa con lo que han estado dando en clase tienen efectos negativos sobre cómo perciben los niños el aprendizaje.

Por otra parte, está claro que los progenitores deben implicarse en el aprendizaje de sus hijos, entre otras cosas para:

  • Ayudarles a aprender a ser autónomos y a organizarse
  • Guiarles para que sean parte activa en su propio aprendizaje
  • Apoyarles emocionalmente cuando tienen dificultades.

Los padres que apoyan a sus hijos en estos aspectos les están ayudando a tomar conciencia del valor y la importancia del aprendizaje. En ese sentido, las tareas hechas en casa les enseñan, además de nuevas materias y habilidades, a darse cuenta de lo que son capaces si perseveran. En conjunto, todo ello les conduce a mejorar sus logros académicos.

El conflicto surge cuando los padres toman todo el control sobre los deberes. Esto ocurre, por ejemplo, cuando los padres presionan a los niños para completar las tareas asignadas, cuando imponen la manera en que deben hacer el trabajo, o cuando ignoran la frustración del niño respecto a una tarea concreta. Se ha comprobado que estas pautas de acción llevan a un empeoramiento de los resultados académicos y una percepción negativa del trabajo escolar y del aprendizaje por parte del niño.

La cuestión es: ¿Dónde está el punto de equilibrio para distribuir la responsabilidad sobre los deberes? Ante todo, no olvidemos que los padres no tienen que hacer los deberes de sus hijos Las tareas para casa sirven para reforzar conceptos que se han dado previamente en clase y, por tanto, la responsabilidad de llevar a cabo estas tareas es, de principio a fin, del alumno. Es normal y lógico que, de vez en cuando, necesiten algunas indicaciones, o que alguno de los progenitores les pregunte para comprobar si han comprendido los conceptos, pero los padres no están obligados en ningún momento a hacer los deberes de sus hijos, ni a explicarles, paso por paso, lo que tienen que hacer. 

Los padres que cargan con la toda responsabilidad de motivar a sus hijos para que hagan los deberes, les dicen qué hacer paso por paso y permanecen con ellos todo el tiempo, inconscientemente están enseñando a sus hijos que:

  • No son capaces de controlar su mente y su cuerpo para completar una tarea hasta el final;
  • No saben procesar el aprendizaje por sí mismos
  • No son responsables de su propio aprendizaje.

Pero, sobre todo, están dando a entender a sus hijos que no los creen capaces de hacer los deberes ellos solos. En conjunto, estos mensajes sutiles pueden llegar a hacer dudar al niño de sus propias capacidades para realizar la tarea por sí mismo y hacerla bien. Además, los niños pueden llegar a entender los deberes como algo negativo que imponen padres y profesores y, una vez asentada, esa percepción será muy difícil de cambiar en el futuro.

A continuación, sugiero algunas pautas para aquellos padres que quieren ofrecer apoyo a sus hijos con los deberes, pero manteniendo la responsabilidad de los niños sobre su trabajo:

  • Designar una zona de estudio para hacer los deberes con todo lo necesario: bolígrafos, lápices, gomas de borrar, tijeras, pegamento, etc.
  • Quitar de su vista toda la tecnología innecesaria como teléfonos, tabletas o televisores durante el tiempo de estudio, para evitar distracciones.
  • Hacerles saber que los deberes son una parte importante del aprendizaje y que sirven para asegurarse de que controlan las materias de clase.
  • Transmitir confianza a tus hijos para que sepan que son capaces de hacer sus deberes y encontrar solución a los problemas.
  • Dar apoyo emocional para ayudar a tus hijos a gestionar la angustia que puedan producirles los deberes y el esfuerzo que supone aprender conceptos difíciles.
  • Animar a los niños a que pidan ayuda a sus profesores y les pregunten las dudas y cuestiones que no son fáciles de explicar en casa.
  • Hablar con los profesores si los niños, por mucho que se esfuercen, están sobrecargados de deberes o son incapaces de hacerlos.

Estas pautas relativas a los deberes permitirán a los niños crecer aprendiendo a ser autosuficientes en sus estudios, a comprender que el esfuerzo es una capacidad innata clave para tener éxito en la vida, a ser capaces de ver la parte positiva del colegio y del aprendizaje en lugar de cogerle manía y, en definitiva, a enfrentarse a los deberes con confianza en su capacidad para completar tareas, resolver problemas y tener éxito.

Fuentes:

Cunha, J., Rosário, P., Macedo, L., Nunes, A.R., Fuentes, S., Pinto, R., & Suárez, N. (2015). Parents’ conceptions of their homework involvement in elementary school [Percepción de los padres respecto a su implicación en los deberes de los niños de primaria]. Psicothema 27(2), 159-165.

Martín-Perpiñá, M. Viñas Poch, F., & Malo Cerrato, S. (2019). Media multitasking impact in homework, executive function and academic performance in Spanish adolescents [Impacto de la multitarea mediática en los deberes, las funciones ejecutivas y el rendimiento académico en adolescentes españoles]. Psicothema 31(1), 81-87.

Moé, A., Katz, I., & Alesi, M. (2018). Scaffolding for motivation by parents, and child homework motivations and emotions: Effects of a training programme [Estructuración para la motivación por parte de los padres, y motivación y emociones en los deberes infantiles: los efectos de un programa de formación]. British Journal of Educational Psychology 88(2), 323-344.

Nuñez, J.C., Epstein, J.L., Suárez, N., Rosário, P., Vallejo, G., & Valle, A. (2017). How do student prior achievement and homework behaviors relate to perceived parental involvement in homework? [¿Qué relación hay entre los logros previos y la actitud ante los deberes de los estudiantes y la percepción de la implicación de los padres en los deberes?] Frontiers in Psychology 8. doi: 10.3389/fpsyg.2017.01217

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Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

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