Cómo sobrevivir a un viaje en avión con un bebé o un niño pequeño

Esta experiencia hace que viajar con niños se convierta en una pesadilla para los padres. Afortunadamente, tener cierta información básica y una buena dosis de humor ayudará a los padres a viajar en avión con bebés y niños pequeños con éxito. No hay necesidad de sentirse abrumado o avergonzado. La información puede ayudar a que todo sea más fácil.

¿Por qué lloran los bebés cuando viajan en avión?

El llanto persistente es a menudo el detonante que complica el viaje. Estadísticamente hablando, la mayoría de los bebés y niños pequeños están tranquilos y cómodos durante los vuelos. Sin embargo, hay momentos en que los más pequeños caen fuera de la norma y lloran inconsolablemente. Estos son los momentos en los que se escriben las historias de horror, especialmente si es su hijo el que está llorando.

Aunque no hay datos fiables que expliquen por qué algunos bebés lloran continuamente en los vuelos, se piensa que es la combinación de muchos factores a la vez. Algo así como una tormenta perfecta. A los bebés y niños pequeños les encanta la rutina en un entorno familiar. El viaje perturba todo eso. Nuevas ubicaciones, horas de vuelo extrañas, cambios en las zonas horarias, diferentes olores, un montón de caras nuevas, ruidos extraños, y las incómodas posiciones de dormir pueden desembocar en un llanto desconsolado.

El temperamento también juega un papel importante a la hora de entender por qué algunos bebés y niños lloran en los aviones. Algunos niños son sensibles a la estimulación como la luz, el ruido y los olores, lo que les lleva a estar excesivamente agitados fácilmente y puede provocar el llanto. Normalmente, estos niños lloran con frecuencia en casa también. Lamentablemente, los trucos normales que los padres utilizan en casa para controlar el llanto puede que no funcionen mientras viajan, por lo que el bebé llorará más en un avión.

Entonces, ¿qué pueden hacer los padres para ayudar a los bebés y niños pequeños que lloran?

Estas son algunas recomendaciones para hacer el vuelo tan agradable como sea posible para su bebé:

  • No trate de sedar al niño de ninguna manera.
    • Hay leyendas urbanas sobre madres que frotan con whisky las encías de un bebé o que dan a los niños antihistamínicos (como Benadryl) para provocar el sueño. No existe evidencia de que estos métodos sean seguros y pueden tener efectos negativos sobre el bebé o el niño.
  • No sobrealimentar a un bebé o niño antes de un vuelo con la esperanza de crear somnolencia.
    • El intestino se expande con los cambios de presión en el avión mientras vuela. Tener la barriga excesivamente llena puede causar gases o indigestión, resultando en dolor de estómago.
  • Alimente para evitar que el niño tenga hambre, pero evite los alimentos azucarados y los aperitivos.
    • Puede parecer tentador ofrecer galletas, bebidas de fruta o caramelos para sobornar a un niño pequeño para comportarse durante un tiempo. Por desgracia, esto normalmente causa una liberación repentina de energía cuando todo el azúcar entra en el torrente sanguíneo y luego una caída rápida en el azúcar en la sangre que puede causar irritabilidad, llanto y berrinches.
    • Fruta, palitos de queso y galletas integrales son fáciles de llevar y proporcionan alimento a la vez que evitan cambios rápidos en los niveles de azúcar en la sangre.
  • Trate de recrear un ambiente para dormir similar al de casa para proporcionar comodidad.
    • Traer un objeto familiar, como una manta o un juguete de peluche, puede ayudar a aumentar los sentimientos de seguridad.
    • El uso de estos objetos durante el despegue y el aterrizaje es útil.
  • Proporcionar un método para igualar la presión del oído durante el despegue y el aterrizaje.
    • El uso del biberón, el pecho, el chupete o el anillo de dentición puede ayudar a los niños a aliviar la presión en sus oídos.
    • Considere cambiar fechas de vuelo o no volar con bebés o niños pequeños que tengan una infección de oído o infección respiratoria. Los cambios de presión pueden causar dolor severo a los oídos infectados o al pecho congestionado.
  • Los padres también deben mantener la calma.
    • La ansiedad se extiende como un incendio forestal. Cuando mamá o papá está nervioso, ansioso o preocupado, esto puede propagarse a su bebé o niño pequeño.
    • Pedir disculpas a los demás pasajeros y explicar que está haciendo todo lo posible para calmar a su bebé es suficiente. Dejen de lado la culpa.

Volar con bebés y niños pequeños es parte de la vida moderna. La buena noticia es que la mayoría de los bebés y niños pequeños vuelan sin problema. Para otros, los cambios de horario y las nuevas sensaciones pueden crear llanto intenso. Los padres pueden hacer el viaje en avión más fácil si entienden, preparan y manejan la situación. Lo más importante, no importa lo malo que haya podido ser el vuelo, es que usted siempre tendrá una buena historia que contar.

Compartir artículo

facebook Share likedin Share pinterest Share
gravatar

Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *