Por supuesto, la mayoría de madres sueña que el momento del nacimiento de su bebé se lleve a cabo de manera natural y sin complicaciones.
No obstante, no en todos los casos se puede. Ya sea por alguna complicación previa o del momento, es necesario optar por una cesárea que puede demorar un poco más en la recuperación. Igualmente, la experiencia es maravillosa.
Estas son mucho más comunes de lo que cualquiera pensaría. En los casos cuando se deciden en el último momento, tras un trabajo de parto largo y complicado, puede que la madre termine un poco exhausta y frustrada. Es entonces cuando el panorama podría cambiar un poco.
Es entonces cuando surgen dudas acerca de la lactancia materna tras un parto por cesárea.
¿Es diferente la lactancia materna tras un parto por cesárea?
Más allá del cansancio que pueda experimentar la madre, la forma de parto influye poco o nada en la capacidad de la madre de producir y amamantar a su bebé. La leche materna llegará en el momento indicado de la misma forma en que si hubiese tenido un parto vaginal.
Es fundamental hacer ese primer contacto y empezar a amamantar en el momento en que se pueda y continuar haciéndolo de manera frecuente. De este modo, se establece una rutina saludable, ya sea a demanda o por horarios.
Como es sabido, la hormona encargada de la producción de leche materna es la prolactina. Durante el embarazo, está se encuentra en niveles bastante altos. Sin embargo, no actúa ya que hay otras que están activas y son producidas por la placenta, como los estrógenos y la progesterona, por ejemplo.
En el momento del parto, se produce la salida de la placenta, sin importar que se trate de una cesárea o vaginal. Ahí, los niveles de las hormonas mencionadas empiezan a descender progresivamente y escuando la prolactina puede actuar. Normalmente, tarda hasta 72 horas para que esto ocurra y es lo que se conoce como la subida de la leche.
Esto quiere decir que la subida de la leche tiene que ver con la salida de la placenta y no precisamente con el tipo de parto.
Consejos para la lactancia después de un parto por cesárea
Después de la intervención quirúrgica que es la cesárea, la madre debe pasar a una sala de recuperación. Aquí estará monitorizada para prevenir que se pueda presentar cualquier complicación y poco a poco ir recuperándose de la anestesia.
En muchos centros de salud, en estas salas únicamente pueden estar las madres. No obstante, el tiempo no suele ser mayor a cuatro horas mientras todo esté bien. En la mayoría de casos, el bebé suele estar con el padre.
A continuación, te daremos algunos consejos para la lactancia tras la cesarea.
Contacto con el recién nacido
La pregunta que muchos se hacen es si esta separación puede traer efectos negativos sobre la lactancia. Una vez que el bebé nace, las hormonas y sus reflejos hacen que esté listo para agarrarse del pecho y mamar. Cuando el primer contacto no se produce de inmediato, el recién nacido puede entrar en una especie de letargo, que dificultará su agarre.
Ante estas separaciones, puede que le administren fórmula con biberón, cosa que no es nada necesaria. Podrá confundir el pezón con el chupete.
El estímulo precoz es el más recomendable para estos casos, especialmente durante la primera hora. Esto lo haces con tus manos, entre cinco y diez minutos por pecho, incluso cuando solo salgan unas pocas gotas. De este modo, el cuerpo entenderá que hay un bebé que debe ser alimentado y los receptores de la mama van a aumentar.
Postura adecuada
Tras la incisión abdominal, al principio cuesta un poco encontrar una posición cómoda para amamantar al bebé.
Una de las posiciones básicas más adecuadas es sentarse derecha en la cama. Con la ayuda de una o dos almohadas se sostiene el bebé y también se protege la herida.
También puedes probar sostener al bebé como si se tuviera un balón y con la ayuda de almohadas levanta su cabeza a nivel del pecho.
No saltarse ninguna toma
Los bebés no tienen horarios, por lo que es fundamental no saltarse ninguna toma, especialmente las de la noche. Lo normal es que mamen alrededor de ocho veces al día, además de cuatro durante la noche.
El tiempo de duración puede variar de cinco a quince minutos por toma. No obstante, puede variar según el caso, por lo que es fundamental dejarlos hasta que estén satisfechos.
Dar los dos pechos
Cuanto más amamantes, mayor producción de leche tendrás. En cada toma debes ir cambiando de seno para que los dos estén estimulados.
Una vez que finalices la toma, con la ayuda de una bomba de lactancia o extractor, vacía cada pecho. Así también ayudarás con la estimulación y en caso de que el bebé no esté, debes succionar cada dos o cuatro horas.
No esperes a que lo pida
La lactancia materna exclusiva es el mejor alimento que puedes darle a tu bebé, especialmente durante los seis primeros meses. No obstante, cada madre establece su propia rutina según sus posibilidades y las de su entorno.
Un recién nacido no tiene horario. Al principio puede que sea un poco agotador. No obstante, tras unos días y cuanto más tiempo paséis juntos, los horarios se irán estableciendo. Hay algunos casos donde duermen tan profundamente que no piden comer. Por eso, la recomendación es darles de mamar cada tres o cuatro horas, aunque no lo pidan.
Muchos de estos consejos son aptos tanto madres que se preguntan acerca de la lactancia con cesarea tanto como para progenitoras que han dado a luz de manera natural.
Sobre la Instructora Paternidad Proactiva Dra. Deanna Marie Mason PhD Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.