Cómo mantener el control cuando tu hijo se porta mal

A veces nuestros niños tienen comportamientos menos que ideales. Si bien puede ser frustrante, la clave para enfocarse es, primero, la seguridad y luego comunicar en valores para que su comportamiento mejore en el futuro.

Es posible que los niños pequeños aún no sepan cómo controlar sus impulsos y los niños mayores pueden optar por no usar su autocontrol. Si bien es nuestra responsabilidad como padres educar a nuestros hijos para que sigan los valores de nuestra familia, sabemos que habrá momentos en que su comportamiento será malo. Podemos ver estas situaciones como momentos de enseñanza. No tenemos que tolerar los comportamientos de un niño que es deshonesto, irrespetuoso o que no practica el autocontrol. Cuando nuestro hijo se comporta de una manera que quita los derechos de los demás (como a otros adultos o niños) en un entorno social, tenemos el derecho a ponerle freno y limitar la influencia del niño en aquellos ámbitos en los que su conducta negativa esté causando perjuicio a la familia o los otros niños.

Aquí hay tres pasos simples para mantener el bienestar de todos en tu familia cuando tienes un hijo que se está portando mal en el hogar:

  1. Aclárale al niño cuáles son las normas en la familia. Desconocemos lo que no sabemos. Quizás el niño no sabe cuáles son tus expectativas. Dile al niño qué conductas concretas no son aceptables en tu casa, y explícale de manera sencilla y clara cómo puede corregir su comportamiento. Asimismo, dile que esperas que cumpla las reglas que le acabas de explicar.
    1. Ejemplo: «En nuestra casa recogemos los juguetes al terminar de jugar. Así que cuando hayas acabado con los Lego o con los que estés jugando, por favor recógelo todo del suelo, mételo en el cubo de plástico y guarda el cubo en el armario. Aquí cada uno recoge lo suyo.»
  2. Limitar las conductas nocivas o irrespetuosas. En ocasiones, los niños son incapaces de prever las consecuencias de sus actos debido a su falta de madurez o a su cabezonería. Cuando un niño hace cosas que son o que pueden llegar a ser perjudiciales, nocivas, irrespetuosas con el prójimo o con cosas, interrúmpele, detén su conducta negativa y dile cuáles son las consecuencias que podría tener su conducta si continúa como hasta ahora. Que le quede bien claro que no puedes permitir que continúe comportándose de esa manera.
    1. Ejemplo: «Por favor, deja de chutar el balón hacia la carretera.  Chutar el balón hacia la carretera es peligroso para los coches que están pasando y para la persona que tiene que salir a la carretera para recuperar la pelota.  Si no dejas de hacerlo, tendré que quitarte la pelota.»
  3. Alaba las conductas positivas. La mayoría de los niños responden muy bien a los comentarios positivos sobre su comportamiento y a las alabanzas. Hacerle ver a un niño que se está portando bien y que lo valoras es una forma estupenda de fomentar y potenciar esas conductas que te gustaría ver con más frecuencia. Cuando veas que un niño se adapta bien, se porta bien o es amable y generoso con los demás, échale unas flores y elógiale. Más tarde, cuando veas el otro padre del niño, cuéntale con pelos y señales lo bien que se ha portado, y hazlo delante del niño. De este modo el elogio deja más poso y resulta más eficaz al haberlo hecho público y haberlo difundido, con lo que aumenta la probabilidad de que el niño vuelva a comportarse así de bien.
    1. Ejemplo: «Susana, me encantó como seguiste mis instrucciones a la primera. La verdad es que escuchas fenomenal.»  Si es posible sé breve, precisa e incluye el nombre del hijo cuando te dirijas a él/ella.

Estos tres sencillos pasos lo ayudarán a sentirse seguro y con el control mientras te aseguras de que tu hijo se mantenga seguro incluso cuando se está portando mal. Recuerde que después de garantizar su seguridad, el siguiente paso es establecer límites y aplicar disciplina para evitar futuros problemas de conducta. Centrarte en los valores que son importantes para tu familia ayudará a determinar qué límites son apropiados y guiará a tu hijo hacia un futuro feliz y saludable.

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Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

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