Adolescentes que vapean: más que una nube de humo

Muchos adolescentes se están aficionando a “vapear” (usar cigarrillos electrónicos) en lugar de fumar cigarrillos tradicionales. Vapear consiste en usar pequeños aparatos electrónicos provistos de un atomizador, que se rellenan de un líquido que contiene nicotina y saborizantes. Al pasar por el atomizador, el líquido se transforma en una bruma de partículas muy finas que, al ser aspiradas, llevan la nicotina directamente a los pulmones y crea una llamativa nube de “humo” cuando se exhala. Los adolescentes se refieren a estos aparatos como vaporizadores, vapeadores, vaperas, e-cigs, mods o tanques.  

El vapeo se ha popularizado entre los adolescentes gracias a las intensas campañas de marketing que estos productos realizan en redes sociales. El vapeo se presenta como una forma más segura de fumar y conseguir un subidón de nicotina, o para ingerir cannabis sin producir olores. En los anuncios, vapear se muestra como algo moderno y apto para menores. Además, el uso de sabores como chocolate, algodón de azúcar, menta, fresa y nata montada hacen el producto muy atractivo para jóvenes y niños a la vez que, de esta manera, se esconde el sabor de la nicotina o el cannabis. A los adolescentes les parece que el invento es todo ventajas: un producto de sabor delicioso, con los efectos sedantes de la nicotina o el cannabis y en un envase atractivo y cómodo.

El vapeo parece inofensivo y los adolescentes no se dan cuenta de que los cigarrillos electrónicos suponen un grave riesgo para su salud. Además de los efectos nocivos de la nicotina y el cannabis sobre sus organismos en pleno desarrollo, los cigarrillos electrónicos llevan aditivos y aerosoles que producen sustancias cancerígenas, como el formaldehído y el acetaldehído, cuando el líquido se vaporiza. Para más información sobre los peligros de la marihuana durante la adolescencia, puede consultarse mi post “Cómo enseñar a los adolescentes los riesgos de la marihuana cuando es legal.

Por otra parte, las altas temperaturas que alcanza el interior de los cigarrillos electrónicos pueden liberar metales como plomo, níquel y estaño en el vapor que luego se inhala. Todas estas substancias químicas pueden tener efectos perdurables sobre el desarrollo cognitivo del cerebro de los adolescentes y sobre su salud física.

Igualmente preocupante es el riesgo de intoxicación en niños pequeños que puedan acceder a los dispositivos y materiales de relleno. Los cartuchos de nicotina líquida y saborizantes suelen tener colores y aromas muy apetecibles. Como no tienen tapones de seguridad infantil, los pequeños pueden abrir los frascos y beberse el líquido, que tiene una concentración de nicotina suficiente para provocarles una sobredosis letal.

Los adolescentes empiezan a vapear principalmente por curiosidad y muchos de ellos piensan que solo están inhalando vapor con sabores. Sin embargo, el vapeo se ha comercializado con estrategias de márquetin directamente dirigidas a los menores y adolescentes, con el objetivo de conseguir nuevos fumadores en una época en la que los cigarrillos tradicionales están en declive. Es cierto que el vapeo ha sido aprobado para su uso médico, pero sólo para ayudar a adultos que ya son grandes fumadores y que quieren reducir o eliminar ese hábito, ya que los riesgos asociados al vapeo para este sector de población es menor que los derivados de fumar cigarrillos tradicionales. No obstante, está demostrado que el vapeo provoca adicción a la nicotina y problemas de salud en adultos jóvenes y adolescentes. Los menores se sienten atraídos hacia estos aparatos por los atractivos sabores que usa la industria, pero luego quedan enganchados a los efectos de la nicotina en sus organismos.

Los padres pueden ayudar a sus hijos a evitar esta amenaza, hablando directa y claramente con ellos acerca de los riesgos para su salud y los peligros de vapear, al igual que con los cigarrillos tradicionales, la nicotina y la marihuana. Animar a nuestros hijos e hijas adolescentes a llevar un estilo de vida libre de substancias (sin cigarrillos, porros, cigarrillos electrónicos, pastillas, etc.) puede ayudarles a resistir la presión del grupo. Lo más importante es, en todo caso, ofrecer a los chicos un entorno seguro en el que sientan que pueden entrar y obtener información sincera y veraz cuando tengan preguntas, dudas o preocupaciones. Esto puede resultar fundamental para prevenir o, al menos, limitar el consumo de substancias nocivas.

Los cigarrillos electrónicos son cada vez más populares entre los adolescentes. Los padres pueden ayudar a sus hijos a evitar los riesgos asociados al vapeo ofreciéndoles información fiable y ayudándoles a comprender que les están vendiendo un producto y mintiéndoles acerca de su inocuidad. Del mismo modo que las campañas de salud han conseguido disminuir el consumo de tabaco entre los jóvenes, es necesario enfrentarse al auge del vapeo alertando a la juventud sobre sus riesgos reales.

Fuentes:

Centers for Disease Control and Prevention (CDC). (2019). Electronic nicotine delivery systems: Quick facts [Dispensadores electrónicos de nicotina: datos básicos]. CDC Office on Smoking and Health. Disponible (en inglés) en: https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/Quick-Facts-on-the-Risks-of-E-cigarettes-for-Kids-Teens-and-Young-Adults.htmlConsultado el 28 de mayo de 2019.

Morean, M. E., Kong, G., Camenga, D. R., Cavallo D. A. & Krishnan-Sarin, S. (2015). High school students’ use of electronic cigarettes to vaporize cannabis [Uso de cigarrillos electrónicos para vaporizer cannabis entre estudiantes de instituto]. Pediatrics 136(4), pp. 611-616.

Rohde, J. A., Noar, S. M., Horvitz, C., Lazard, A. J., Cornacchione Ross, J., & Sutfin, E. L. (2018). The role of knowledge and risk beliefs in adolescent e-cigarette use: A pilot study [El papel del conocimiento y la percepción del riesgo en adolescentes acerca del uso de cigarrillos electrónicos:  un estudio piloto]. International Journal of Environmental Research and Public Health 15, doi: 10.3390/ijerph15040830.

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© 2019 Deanna M. Mason. Proactive Parenting.

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Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

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