Mi hijo se toca los genitales: ¿Es normal?

Es muy común encontrar padres preocupados porque su hijo o hija se toca mucho los genitales, y es que encontrar a nuestro hijo tocándose los genitales por placer puede resultar chocante. Muchos padres piensan que la masturbación surge durante la adolescencia, junto con los cambios hormonales y el desarrollo de características sexuales secundarias como la erección en los chicos y la menstruación en las chicas. Sin embargo, la masturbación infantil, o palpación y estimulación genital, suele comenzar alrededor de los dos meses de edad, pero podría empezar a manifestarse incluso en el útero materno.

Una de las diferencias principales entre la estimulación genital infantil y la masturbación de la adolescencia y la edad adulta, es que la estimulación infantil normalmente cesa cuando el niño se distrae con otra cosa. Los niños que se tocan los genitales, generalmente lo hacen una media de entre dos y cuatro veces al día, durante periodos de entre cuatro a diez minutos.

No debemos preocuparnos, ya que la estimulación genital es completamente normal y forma parte natural de la exploración del propio cuerpo. Las estadísticas revelan que más del 90% de los chicos y casi el 60% de las chicas se tocan a lo largo de sus vidas.

¿A qué edad los niños comienzan a tocar sus partes íntimas?

Los niños se tocan de forma diferente según la edad. Algunos bebés varones se tocan el pene ya en el útero materno. Durante el primer año de vida (de 0 a 12 meses) algunos bebés pueden estimular su área genital frotando los muslos, meciéndose adelante y atrás o arqueando la espalda. Niños de entre 1 y 4 años pueden enseñar sus genitales a otros niños y pedir que esos hagan lo mismo, así como tocarse los genitales, en público o en privado.

Es, no obstante, en los niños en edad escolar (entre 5 y 10 años) cuando la estimulación genital infantil alcanza su pico de intensidad, para luego decrecer hasta la pubertad. Normalmente, a esta edad los niños ya realizarán está práctica de forma privada. Durante la adolescencia (entre los 11 y los 20 años), las hormonas sexuales provocan un aumento de las fantasías sexuales y de la masturbación, que pueden ir acompañadas del uso de pornografía.

¿Es normal que mi hijo o hija se toque los genitales?

El concepto de normalidad en la estimulación genital varía en función de las creencias familiares, sociales y culturales. En todo caso, es normal que los niños usen sus manos para explorar y conocer mejor su cuerpo, así como que se miren al espejo como parte del desarrollo de una identidad propia. Es posible que los niños se muestren más interesados en conocer sus cuerpos tras el nacimiento de un hermano o hermana, cuando ven cómo los bebés son amamantados o cuando observan a un adulto u otro niño en el cuarto de baño.

¿Cuándo debes preocuparte por el comportamiento de tu hijo/a?

Aunque la estimulación genital es algo normal y muy común en edades tempranas, hay una serie de casos que sí merecen una especial vigilancia por parte de los padres.

Abusos sexuales

Es importante vigilar la estimulación genital si ésta pudiera estar relacionada con abusos sexuales. Los niños que han sufrido abusos mostrarán un interés mayor y comportamientos diferentes a los niños que no han sido víctimas de este tipo de agresiones. Entre los comportamientos inapropiados que podrían reflejar un abuso sexual están:

  • Poner la boca sobre los genitales o los pechos.
  • Solicitar a otros participen en actos sexuales.
  • Masturbación con objetos.
  • Inserción de objetos en la vagina o el ano.
  • Imitación del coito.
  • Introducción de la lengua al besar.
  • Quitarse la ropa delante de otros individuos.
  • Jugar con muñecas haciendo que imiten el acto sexual.
  • Querer ver programas de televisión o videos en internet inapropiados.

Si algún padre observa alguno de esos comportamientos en sus hijos deben pedir consejo al pediatra.

Pornografía

La exposición a la pornografía también puede influir en la frecuencia o el tipo de tocamientos genitales. Muchos niños pasan horas viendo diverso contenido en las pantallas de ordenadores, tabletas y teléfonos móviles. No es infrecuente que tarde o temprano aparezcan contenidos pornográficos, incluso de forma accidental, basados en los algoritmos aplicados por la plataforma de internet que se esté usando. Por tanto, es fundamental que los padres monitoricen el uso que hacen sus hijos de internet y que revisen con frecuencia el historial de contenidos consultados.

Estimulación obsesiva

Por último, también es posible que algunos niños, incluso sin haber sido expuestos a contenidos pornográficos ni haber sufrido ninguna agresión, se toquen con tanta insistencia que terminen por hacerse daño o sangre. La masturbación excesiva u obsesiva a cualquier edad se considera anormal si genera dolor, molestias o incapacidad. En estos casos los progenitores deben recurrir al pediatra para estudiar las causas y buscar soluciones que reduzcan el malestar del niño.

¿Qué puedes hacer si tu hijo/a se toca mucho los genitales?

En realidad, habría que reformular correctamente esta pregunta: ¿Qué pueden hacer los padres para contribuir a que el niño o niña siga sus procesos naturales de autoexploración, pero al mismo tiempo asegurar su salud y su seguridad?

  • Enseñar el concepto de pudor desde que son pequeños, para que los niños aprendan que sus cuerpos son especiales y merecen respeto.
    • Acostumbrar a los niños a que se cambien y vistan en sus dormitorios o en el cuarto de baño.
    • En las tiendas, evitar probarles ropa fuera de los probadores.
    • Limitar la desnudez a entornos adecuados, como el baño y el dormitorio cuando estén en casa.
  • Si los niños se tocan los genitales, explicarles que deben hacerlo en un lugar privado.
    • No debemos avergonzarles por ese comportamiento, sino simplemente sugerirles un lugar adecuado para ello, como su dormitorio o el baño.
    • No permitir a los niños que se toquen en áreas comunes de la casa, como la mesa del comedor o el sofá del salón.
    • Ayudar a los niños a que entiendan que esos tocamientos deben limitarse a espacios privados de su casa, y que no se deben realizar en espacios públicos como tiendas, parques o restaurantes.
  • Hay que enseñar a los niños quién tiene permiso para tocar sus genitales y quién no.
    • Decir a los niños que papá y mamá les van a tocar cuando les bañan, les visten o les ayudan en el baño.
    • Decir a los niños que los médicos y las enfermeras pueden tocarles cuando les examinan para cuidarles
    • Que los niños sepan que nadie más tiene derecho a tocarles y que si alguien lo intenta tienen que venir a decíroslo inmediatamente.

En conjunto, estas actividades ayudan a los niños a saber cuándo es seguro y apropiado explorar su propio cuerpo, a la vez que se les protege de situaciones embarazosas o de cualquier tipo de abuso. La exploración genital es una parte normal del desarrollo infantil y ayuda a los niños a comprender su propio cuerpo. Los padres tienen que ser conscientes de estos actos, apoyar su evolución natural y vigilar cualquier síntoma que indique que es necesaria ayuda profesional.

 

Fuentes:

  1. Chiesa A. & Goldson, E. (2017). Child sexual abuse [Abuso sexual infantil]. Pediatrics in Review, 38. p. 105
  2. Mallants, C. & Casteels, K. (2008). Practical approach to childhood masturbation – A review. [Enfoque práctico sobre la masturbación en la infancia – reseña] European Journal of Pediatrics, 167, pp. 1111-1117.
  3. Wilkinson, B. & John, R.M. (2018). Understanding masturbation in the pediatric patient. [Entender la masturbación en el paciente pediátrico] Journal of Pediatric Health Care, 32(6), pp. 639-643.

Copyright

© 2019 Deanna M. Mason. Proactive Parenting.

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Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

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