¿Qué tiene de malo comer alimentos procesados?

Para entender por qué algunos alimentos se deben tomar solo de vez en cuando, es importante saber en qué se diferencian de esos otros que deben estar en la alimentación cotidiana. Los alimentos para diario por lo general son naturales y contienen elementos que están presentes en su formato original: proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, minerales y fibra. En este grupo se encuentran la fruta, verdura, carne magra (sin grasa), pescado y marisco, cereales integrales, legumbres y frutos secos.

Por el contrario, los alimentos que se deben consumir de manera más esporádica han sido procesados por medios mecánicos o químicos para modificar el estado de los ingredientes naturales con los que se han elaborado. Lo más habitual es que se haya modificado el sabor, la textura, el color, el aroma o el contenido nutricional. Para conseguir esto con frecuencia se añade al alimento grasas, sales o azúcar así como otros componentes para lograr que sea más estable y duradero. Entre estos productos destacan la conocida como comida rápida, galletas, bollería, golosinas, refrescos, platos precocinados congelados y parcialmente elaborados del tipo «calentar y listo».

Por ley, todo tipo de producto alimenticio debe pasar unos exhaustivos controles de seguridad.

Además, existen multitud de estudios que demuestran que algunos alimentos con alto contenido calórico, al ingerirlos con demasiada frecuencia, pueden repercutir negativamente en la salud.

A continuación encontrarás nuevos datos, extraídos de algunos estudios recientes, que te ayudarán a decidir qué es lo mejor para tu familia:

  1. Los bebés que toman una menor cantidad de alimentos procesados y más frutas y verduras tienen una menor probabilidad de desarrollar alergias alimentarias.
  2. Los niños que han tomado una menor cantidad de alimentos procesados y que han seguido una dieta saludable durante los 2 primeros años de vida tienen más probabilidades de tener un cociente intelectual (CI) elevado al cumplir los 8 años que aquellos niños que han seguido una dieta menos saludable. Los investigadores observaron que los niños alimentados con leche materna hasta los 6 meses y que posteriormente habían seguido una dieta saludable, compuesta sobre todo por alimentos naturales, hasta los 15 y los 24 meses tenían, al cumplir los 8 años, un cociente intelectual que era hasta 2 puntos mayor que el de aquellos que siguieron una dieta con una elevada proporción de comida basura.
  3. El riesgo de hipertensión arterial entre niños y adolescentes ha aumentado un 27% en los últimos 13 años. Este incremento se ha asociado al consumo excesivo de sal. Los investigadores concluyeron que la dependencia de los alimentos procesados es uno de los principales factores que contribuyen a dicho incremento. Si la hipertensión no se ataja convenientemente el niño corre el riesgo de sufrir un ictus, una enfermedad cardiaca e insuficiencia renal a edad temprana. Comer a menudo (3 veces por semana o más) comida rápida se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar asma severo y eccema en niños. Concretamente, se halló que los adolescentes tenían un 39% más de probabilidades de desarrollar asma y los niños un 27%.
  4. Se ha visto que aquellos niños y adolescentes que toman la comida principal del día en un restaurante ingieren demasiados azúcares, grasas saturadas y sodio y que el contenido energético (de calorías) es elevado. Por el contrario, aquellos niños que toman comida casera mantienen una dieta más equilibrada.

¿Cómo elegir la alimentación perfecta para tu hijo?

  1. Bebés y niños pequeños (0-3 años): Proporcionar una buena alimentación durante estos primeros años de vida influye de manera positiva sobre el desarrollo cognitivo. Si es posible, alimenta al bebé exclusivamente con leche materna durante los primeros 6 meses. Asimismo, un mayor consumo de alimentos naturales y un menor consumo de alimentos procesados puede reducir el riesgo de alergias.
  2. Niños en edad prescolar (3-5 años): En esta etapa los pequeños empiezan a conocer el mundo que les rodea, por lo que deberíamos darles una amplia variedad de alimentos saludables para que puedan ir construyendo una dieta variada y equilibrada. Proporcionar una dieta rica en alimentos naturales y, a la vez, limitar la presencia de alimentos procesados podría reducir el riesgo de desarrollar alergias, a la vez que ayuda a maximizar su cociente intelectual.
  3. Niños y adolescentes (5-19 años): En estas edades es importante ofrecerles alimentos saludables que les ayuden a reducir el posible desarrollo de alguna patología cardiaca, así como controlar su peso en mayor medida. Las comidas caseras son una gran alternativa en el control de las calorías y la ingesta de grasas no saludables. Lo mejor es dejar las comidas fuera de casa para eventos especiales.

A pesar de estas recomendaciones es importante tener en cuenta que la comida menos saludable forma parte de nuestra vida: la tomamos por comodidad, por ahorrar tiempo, porque están ricos o por motivos logísticos. Saber qué es lo que diferencia a estos alimentos de los más sanos y conocer sus consecuencias puede ayudar a los padres a decidir cuál es el equilibrio apropiado para su familia.


El conocimiento es poder

¿Qué tipo de alimentación mantienen tus hijos? ¡Cuéntanos tu experiencia!


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Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

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