5 Consejos efectivos para fomentar la disciplina en tus hijos.

Todos los niños nacen con una serie de deseos y de preferencias. Desde los primeros instantes de vida vemos como nuestros hijos ya empiezan a manifestar sus características innatas. En esto radica la belleza de la individualidad. Sin embargo, nuestros pequeños no saben lo que es bueno o malo para ellos. No cuentan con experiencias vitales, no pueden prever las consecuencias de sus acciones, y no tienen modo alguno de controlar sus deseos y sus impulsos si nosotros no les enseñamos cómo han de hacerlo.

La disciplina es, simplemente, la manera de mostrarles a nuestros hijos cómo queremos que se comporten, para que estén bien y no les pase nada, para que estén bien alimentados, fuertes físicamente y sanos y para que se conviertan en unas personas buenas y agradables. Todas estas lecciones de vida les ayudarán a integrarse sin problemas en todo tipo de grupos, en el colegio y en su entorno social.

¿Cómo podemos inculcar disciplina a los niños?

Unos breves principios orientativos es todos lo que necesitas para inculcar a tu hijo la disciplina de manera segura y eficaz:

  1.  Pon límites y cíñete a ellos. Los niños solo son capaces de asimilar los límites y las fronteras si nosotros, como padres, los hacemos respetar sistemáticamente. Los niños aprenden mejor y más rápido si aplicamos siempre los mismos límites y las mismas expectativas de comportamiento.
  2. Los límites no se pueden negociar con el niño. Los padres saben qué es lo mejor, tanto por la experiencia vital que han acumulado como por su capacidad para prever las consecuencias de los actos. Nuestros hijos no saben qué es lo mejor para ellos. Sus deseos son necesidades que pueden provenir de muchas motivaciones distintas.  os niños no deberían elegir sus propios límites.
  3. Enseña derechos y obligaciones. Todo el mundo nace con derechos y también con obligaciones. Cuando vivimos en comunidad, como es el caso de una familia, cada miembro tiene una serie de derechos y de obligaciones que ha de cumplir para que todo funcione como la seda. Los niños pueden aprender desde que son bien pequeños cuáles son sus derechos y obligaciones.
  4. Mantén la disciplina como disciplina. La disciplina no es un debate entre padres e hijos para llegar a una decisión de consenso que satisfaga a ambas partes. La disciplina es una actividad de los padres para reconducir a un hijo hacia un comportamiento más positivo. Tenemos que mantener nuestra autoridad para que la disciplina funcione, o acabaremos negociando con nuestro hijo (véase el punto núm. 2 anterior).
  5. Educar: completa la disciplina con debate y conversación. La disciplina es el primer paso para aclararle a nuestro hijo que lo que ha hecho no encaja con los valores, los principios morales o las expectativas de comportamiento que hay en la familia. Con frecuencia se le pone un castigo al niño para recalcar y enfatizar la importancia del problema. Una vez que ha acabado la parte de la disciplina, es útil conversar con el niño para que aprenda cómo solucionar el problema, cómo manejar una situación así o cómo elegir mejor en el futuro. 

¿Qué es lo que no debe usarse jamás como disciplina?

Hay actividades que los padres deberían evitar utilizar como método para inculcar disciplina porque podrían dañar de modo permanente al niño, sea física, emocional o psicológicamente.

  • Disciplina física – Los estudios han demostrado que la disciplina física no les enseña a los niños a comportarse mejor. La disciplina física puede resultar eficaz a corto plazo, pero a largo plazo ya no da tan buenos resultados. Quizá logre poner freno a ciertas conductas a través del miedo, pero no muestra cómo se ha de resolver un problema o cómo tomar decisiones más acertadas.
  • Avergonzar – Cuando un padre o madre pone en ridículo o avergüenza a su hijo lo que está haciendo es atacarle por ser quien es, en vez de corregir un mal comportamiento. Un ejemplo podría ser: «Eres un imbécil y un inútil por haber derramado la leche de nuevo». Estas palabras se centran más en el niño que en su conducta. Un ejemplo de disciplina centrada en el comportamiento y que no trata de avergonzar al niño podría ser: «Te dije que no jugaras cuando estás sentado a la mesa.  No me hiciste caso y has derramado todo el vaso de leche». Estas palabras se centran más en expectativas no satisfechas que en el niño mismo.
  • Hiperdisciplina – El estar constantemente encima del niño vigilando todo lo que hace e impidiendo que elija de manera independiente cómo se va a comportar puede limitar también la capacidad del niño para aprender a autocontrolarse y a tomar decisiones. Se supone que los niños tienen que cometer errores de juicio para poder aprender cuáles son los límites. La hiperdisciplina entorpece este proceso natural, al negarle al niño la posibilidad de dirigir su propia conducta.

La disciplina es una tarea que se puede abordar de manera sencilla con estos 5 principios básicos. Ser claro, coherente y justo a la hora de plantear y aplicar la disciplina es la base para tener unas sólidas reglas familiares lo que, a su vez, hace que a los niños les resulte más sencillo acatar la disciplina. A medida que los niños van aprendiendo qué se espera de ellos y aprenden a controlar su conducta para cumplir las expectativas de los padres, se van sintiendo más seguros y consiguen tener más confianza en sí mismos.


El conocimiento es el poder

  • ¿Qué has aprendido o qué has sacado en claro de esta entrada? 
  • ¿Te ha ayudado a identificar algún aspecto de vuestra vida familiar que os gustaría modificar? 

En el espacio que aparece a continuación, haznos partícipes de tus experiencias y dinos qué medidas tienes previsto adoptar para cambiar el rumbo de la dinámica familiar.

 

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Sobre la Instructora
Paternidad Proactiva
Dra. Deanna Marie Mason PhD
Mas de 20 años de experiencia clínica ayudando a familias: Licenciada en Enfermería, Máster en Práctica Avanzada de Enfermería: Pedriatric Nurse Practitioner y Doctorado (PhD) en enfermería. Profesora universitaria, especialista en educación del paciente, investigadora pediátrica, colaboración con publicaciones científicas internacionales de primer nivel, actividad filantrópica continuada relacionada con la promoción de la salud y el bienestar, esposa y madre de dos hijos.

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